Somos muchos los que deseamos emprender proyectos tan diversos como la producción musical, el cine, el quehacer editorial y por supuesto, los videojuegos. Por desgracia hay una infinidad de obstáculos que nos impiden llegar a ese nivel: la escuela, el trabajo, la pareja, los hijos, la desidia, las noches de desvelo en partidas interminables, en fin: son muchos. Pero hace algunos años llegó un power up que a ha beneficiado a las industrias creativas: el crowdfunding, que podemos definir como financiamiento colectivo masivo. Es decir que una persona o grupo proponen una idea y una comunidad aporta fondos -dinero en la mayoría de los casos- para que producirla. A cambio los backers reciben recompensas tan diversas como lo permite la imaginación. En el caso de los…